jueves, 16 de abril de 2015


Manatí

Nombre científico: Trichechus manatus
Orden: Sirenia
Familia: Trichechidae
También conocido como: Manatí, manatí de las Antillas o vaca marina.

 
El manatí era conocido en la región de humedales adyacentes a los grandes centros mayas del periodo clásico de Palenque y Pomoná.  De hecho, un glifo encontrado en el templo de la Cruz en el sitio arqueológico de Palenque, llamado K`uhul Baakal Ajaw,  segundo gobernante de Palenque nacido en el año 422 a.c., muy probablemente representa la figura de un manatí, señalando la importancia de este animal para la cultura maya.  La presencia del manatí fue documentada en los ambientes acuáticos del norte de Chiapas  en la década de 1950, por el Dr. Miguel Álvarez del Toro. Más adelante,  durante la década de 1980, el Instituto de Biología de la UNAM, a través de Bernardo Villa y Luz Colmenero, hizo una extensa investigación acerca de la distribución del manatí  en la cuenca del Grijalva-Usumacinta, reportándose para el municipio de Catazajá.



Se sabe que durante la primera mitad del siglo XX, en Catazajá y en otras comunidades del Golfo de México existió una “pesquería” del manatí, regularmente establecida. En esta se extraían carne y grasa como alimento y huesos como medicina para enfermedades respiratorias y sanguíneas. Con la veda aplicada dos décadas mas tarde, se frenó la cacería directa de la especie, no obstante, empezaron a surgir otros problemas como el uso de nuevas artes de pesca, construcción de infraestructura hidráulica y pérdida de hábitat. A pesar de estos problemas, el manatí siempre ha tenido un lugar dentro de la cultura popular catazajense, dentro del folklor tradicional; tal es el caso de la leyenda del hombre-pez, cuyos habitantes mas viejos aún recuerdan, pretendiendo atribuir al manatí, un origen humano.
 
Descripción: 
su cuerpo es robusto y de forma cilíndrica con una aleta caudal amplia y comprimida dorso-ventralmente, y no tiene extremidades inferiores. Las aletas pectorales poseen 3 ó 4 uñas en el extremo. El hocico es cuadriforme, está cubierto de gruesos pelos sensoriales y tienen unos los labios suaves y muy móviles; las fosas nasales están ubicadas en la parte superior y se cierran como válvulas cuando se sumergen. Su piel está cubierta por pelos finos y separados, es de color entre gris pálido y café en los adultos, y las crías son más oscuras. El tamaño puede variar entre regiones geográficas, con un rango entre 2.5 y 4.5 metros y puede pesar entre 200 y 600 kilos, llegando a casos extremos de 1.600 kilos. Al nacer, pueden medir cerca de 1 metro y pesar entre 18 y 27 kilos. Las hembras tienen una glándula mamaria debajo de cada aleta pectoral.
 
Distribución:
Esta especie se encuentra en las costas sobre el mar Caribe, desde el sureste de los Estados Unidos, México, el océano Atlántico en las Antillas y en las costas del norte de Sur América. En Colombia, se encuentra en el Caribe, la cuenca del Orinoco y parte del río Magdalena: su distribución actual en este río cubre aparentemente desde Puerto Berrío, Antioquia, hasta su desembocadura en Bocas de Ceniza y el Canal del Dique. También está presente en sistemas de ciénagas asociadas a ríos, como la de Paredes en Santander y al sur de Bolívar. Se tienen reportes de la especie en la costa de Santa Marta, Bahía Taganga, frente a Barranquilla; en los ríos Cesar, Fundación, Frío, Sevilla y el Parque Nacional Natural Isla de Salamanca. Habita en las cuencas de los ríos Sinú, San Jorge, Cauca y Atrato. En el Orinoco, hay reportes de su presencia en los ríos Meta, Casanare y Orinoco.
Localización de la Laguna y humedales de Catazajá en el estado de Chiapas, México, y relación con respecto al poblado de Palenque, ubicado este a unos 40 km de distancia de Catazajá. Estos humedales son parte de un sistema mayor de humedales que también conforman la reserva de la biosfera Pantanos de Centla en Tabasco y en donde fluye la parte terminal del Río Grijalva y Usumacinta, formando un gran delta que desemboca en el Golfo de México.
 
 

Hábitos de alimentación y reproducción:

Durante las mañanas, el manatí busca un rincón para protegerse del sol y descansar.

En cuanto cae la tarde comienza su actividad. Juega, nada y busca comida.

Se alimenta de pastos y plantas acuáticas, como el jacinto y el lirio, que come en grandes cantidades.

Las plantas con que se alimenta deben ser blandas, pues el manatí no tiene dientes al frente de su boca. Por ello, jala despacio el alimento con sus labios y aletas, para después masticarlo con sus muelas.

En época de celo, es decir, cuando buscan unirse sexualmente, los manatíes forman grupos. Las hembras se unen en manadas y buscan aguas tranquilas, lejos del viento y de la gente.

Luego, los machos van a encontrarse con ellas.

Al reunirse, varios machos se juntan alrededor de cada hembra y giran cerca de ella, tratando de rozar su cara.

Después de jugar un rato, la hembra elige a uno de los machos y ambos buscan un rincón donde aparearse.


 
Una vez que la hembra queda preñada, comienza a formarse dentro de ella un manatí.

El período de gestación es de un año, mucho más de lo que tardan las crías de otros animales.

Los manatíes sólo tienen una cría cada dos o tres años.

El pequeño nace debajo del agua. Es una cría bastante grande, más o menos del tamaño de un becerro.

Apenas nace el manatí, la hembra lo empuja hacia arriba para que respire, si no, podría morir.

El primer alimento que recibe el manatí es la leche que su madre arroja al agua para que él la sorba. Así se alimenta hasta que cumple un año de edad.

La hembra manatí y su crío se reconocen tocando su piel, que es muy sensible, mientras se comunican por medio de gemidos.

 
Cuando el manatí cumple tres años, está listo para vivir solo.


Estado de peligro:

El manatí se encuentra listado como una especie en peligro de extinción  y es una de las especies escogidas como prioritarias para su conservación. La cacería, antes factor importante en la reducción de las poblaciones de manatíes, ha disminuido considerablemente, pero en la actualidad otros factores inciden negativamente sobre las poblaciones locales, como la pesca accidental, tráfico de embarcaciones rápidas y de gran calado, deforestación y modificación de las riberas de los cuerpos de agua, desviación de cursos de agua, contaminación, vandalismo, entre otras.

Las poblaciones aisladas en sitios con un gran crecimiento urbano son las que sufren más de cerca estos efectos. Este es el caso de la Laguna de las Ilusiones, enclavada dentro del perímetro urbano de la ciudad de Villahermosa, capital de Tabasco, México. En ella habita una población aislada de manatíes  que lleva cerca de cuatro décadas. Esta población se ha mantenido sin manejo y no había sido estudiada hasta 2005. Diversas investigaciones han aportado datos de utilidad para su manejo pero al mismo tiempo las amenazas han aumentado. Este trabajo sintetiza lo documentado hasta 2011 para evaluar el estado de los manatíes y proponer medidas de manejo.
La Laguna de las Ilusiones, está enclavada en la zona urbana de Villahermosa, Tabasco. Es una Reserva Ecológica Estatal con profundidades predominantemente menores de 3m. Se han registrado contaminantes en el agua como sulfatos, fósforos y coliformes fecales, por encima de los niveles permisibles que provocan la baja de oxígeno disuelto en el agua.
Se analizó la base de mortalidad con registros desde 1986 a la fecha y los datos recopilados en estudios de captura y radiomarcaje y salud de los manatíes para caracterizar la estructura y estatus de la población. Se analizaron también las amenazas para la conservación del manatí en la laguna.

La población estimada en la laguna está en el orden de los 20 a 40 individuos. Este número es consistente con el número de crías observadas en el campo. Con la mortalidad registrada para crías-subadultos y adultos se calculó la sobrevivencia para N=20, 25 y 30 individuos, los resultados concuerdan con lo registrado en Florida en trabajos de largo plazo. Entre los registros de mortalidad (n=19), el 44% fueron crías, 33% jóvenes y 22% adultos, mientras que en los animales capturados (n=20) la proporción es inversa (20%:35%:45%). Las hembras muertas son 53% y las capturadas 60%.
Aunque los animales se reproducen, la mortalidad impacta más en animales no reproductivos lo que podría evidenciar problemas en la población, sin embargo, con los datos recopilados las proyecciones son consistentes con una tendencia hacia el incremento de la población. Los datos de prevalencia de anticuerpos contra Leptospira interrogans evidencian una amplia dispersión de este patógeno que puede ser favorecida por la densidad, aunque no se han registrado signos clínicos evidentes de la enfermedad. Entre las fuentes de Leptospira a la laguna pueden contribuir: fauna silvestre y doméstica como roedores, perros, gatos, ganado y descargas residuales humanas. Aunque se han reducido las descargas domiciliarias todavía permanecen, aunado al material arrastrado en los drenajes pluviales. Un problema importante es la construcción de bardas en las orillas que reduce la disponibilidad de alimento.



-Programas de conservación:

Los manatíes en México se protegieron legalmente por primera desde el 25 de noviembre de 1921, fecha en que apareció publicada en el Diario Oficial de la Federación la veda permanente del manatí en el territorio nacional; la medida que fue corroborada en 1925, cuando se promulgó el decreto que establece "veda absoluta para la pesca de manatí en las aguas del Golfo de México, Mar de las Antillas y en todas las aguas interiores de los Estados del Golfo y del territorio de Quintana Roo”, con sanciones y multas monetarias a los que llevaran a cabo actividades de caza y/o tráfico de productos, reiterando esta medida en 1934, 1945, 1981, 1987, 1992, continuando vigente hasta la fecha.

A partir de julio de 1975, el manatí fue considerado como una especie en peligro de extinción por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y desde el año de 1982, como especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Como uno de los primeros esfuerzos de conservación en México, en mayo de 1991, se publicaron en el Diario Oficial de la Federación, los criterios ecológicos CT-CERN-001-91 que determinan las especies raras, amenazadas, en peligro de extinción o sujetas a protección especial y sus endemismos de la flora y fauna terrestre y acuática en la República Mexicana, donde se incluye al manatí Trichechus manatus en el estatus de Protección Especial estableciéndose la obligación del estado Mexicano para establecer criterios tendientes a la conservación y recuperación de dichas especies.
El Día Nacional el Manatí se celebra en México desde 1999. Desde entonces cada año se realizan diversas actividades para concienciar a la población que habita en torno a los humedales donde tiene su hábitat el manatí.




 
Estrategias de Conservación:

·     Controlar la deforestación de las riberas y ubicación de sitios de suplemento de alimento en temporada seca.

·         Mejor control de la navegación, de la pesca y de vertimientos de aguas residuales en la laguna.

·         Investigación continua y seguimiento de animales con recapturas, así como monitoreo de salud de la población. La laguna constituye un sitio clave para el estudio de esta especie.

 
-Datos curiosos:
1. Comen muchos, pero muchos
En promedio, un manatí pesa entre 300 y 500 kg. Sorprendentemente, estos gigantes mamíferos son herbívoros y su dieta está constituida fundamentalmente por algas y otras hierbas de mar, pasándose más de la mitad del día masticando, ingiriendo el 10% de su masa corporal en vegetales diariamente, es decir ¡entre unos 30 y 50 kg por día!

 
2. Mantienen la respiración bajo el agua por 20 minutos.
Los manatíes suben a la superficie para respirar cada 5 minutos aproximadamente, no obstante, pueden mantener la respiración bajo el agua hasta unos 20 minutos. Cuando suben para respirar, sustituyen el 90% del aire en sus pulmones. Para hacernos una idea de cuánto es eso, puedes tener en cuenta que cuando los humanos hacemos esto, reemplazamos solo el 10% del aire.

 
 
3. Sus parientes más cercanos son los elefantes

El elefante es el pariente más cercano al manatí con vida, con el cual, de hecho, guarda muchas similitudes. Los expertos sugieren que los manatíes evolucionaron del mismo animal hace 50 millones de años, cuando se quedaron en el agua. Además, existen muchos registros fósiles que evidencian que antiguamente existió una variedad de sirenios mucho más amplia que la de hoy en día.

4. Reponen sus dientes constantemente

Al igual que sus parientes más cercanos, los elefantes, los manatíes reponen sus dientes naturalmente en forma constante. A diferencia de nosotros los humanos, que lo hacemos solo 1 vez, en la niñez cuando perdemos los dientes de leche, cuando los dientes frontales se caen, son repuestos por los posteriores nuevamente, a largo de toda su vida. 

5. Tienen cerebros igual de peculiar

En contraposición a los cerebros de animales con un alto desarrollo de la inteligencia, como nosotros, algunos simios o por ejemplo, los delfines, el cerebro de los manatís carece de corrugaciones y es bastante liso. De todos los mamíferos conocidos, el manatí tiene el cerebro más pequeño en relación con su tamaño corporal. Aun así, si bien distan mucho de ser los más inteligentes de las aguas, los manatíes saben distinguir colores y son muy sensibles al tacto.

6. Se han confundido con sirenas a lo largo de la historia
Cristóbal Colón fue uno de los tantos que aseguraron ser testigos de sirenas en altamar. Así se describieron a lo largo de la historia por diferentes navegantes alrededor del mundo. Actualmente, tras numerosas investigaciones, los expertos han determinado que lo que en realidad vieron fueron manatíes (las sirenas más obesas que puedas imaginar), confundidos producto de largos viajes en el mar y efectos visuales provocados por la luz reflejada en la mar.

 
 
El Hombre es su único enemigo
Los manatíes carecen de depredador alguno en la naturaleza y no existe ningún animal que se alimente de ellos. Aun así, muchos ejemplares se encuentran en peligro de extinción de estado vulnerable, tristemente, por culpa del ser humano. La gran mayoría de las pérdidas se deben a choques con embarcaciones, otra gran cantidad a la caza, que es totalmente ilegal.

-Bibliografía:






 

8 comentarios:

  1. Yo no sabía que tenía un día para celebrar... La información que pusieron es interesante y además creo que esta completa.

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  2. la información es muy completa, cumple con todos los requisitos que se pidieron, y el manatí es una especie muy curiosa, se me hace súper tranquila muy dócil y tal vez ese es un motivo de que estuvo o está en peligro de extinción

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  3. Me gusto la información que pusieron, considero que cumple con todos los lineamientos.

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  4. Personalmente me gusta mucho esta especie y desconocía un poco esta información. Me parece que esta muy completa.

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  5. Muy interesante y completa su información, la verdad no sabia donde tenían las glándulas mamarias, o que había un día para celebrar al maniti, o que eran parientes del elefante, muy buen blog, solo un detalle, al editar pongan la letra de otro color si van a usar café de fondo ;D

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  6. Creo que es el primer blog tan extenso que veo, y eso está bien, cuando uno busca información es difícil encontrarla toda en una página, y creo que en este blog se puede lograr eso. Hay datos muy curiosos e interesantes, sería bueno que difundieran este blog. Muy buen trabajo =)

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  7. Considero que la información viene muy completa y en verdad me parece interesante el animal.
    Los datos curiosos son muy interesantes, en verdad buen trabajo.

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  8. Me parece bastante interesante la información acerca de que Cristóbal Colón fue uno de los tantos que aseguraron ser testigos de sirenas en altamar ya que esto a la larga genera mitos y leyendas todo por la falta de información a cerca de algunas especies. Buen trabajo

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